Vamos a ocuparnos en desarrollar el tema de las empresas familiares en el Perú y su tiempo de vida.
Los negocios familiares están experimentando transformaciones.
Seguidamente te explicaremos por qué sucede así.
Ideas que prosperan
Los pequeños y grandes negocios en el Perú, por lo menos muchos de ellos, son el resultado de una idea familiar.
Se creaban estos negocios y se esperaba que logren prosperar en beneficio, sobre todo, de sus futuras generaciones.
Sin embargo, con el transcurrir del tiempo hemos notado que hoy por hoy, eso se ha vuelto algo más complicado de alcanzar.
Esta mayor dificultad se debe a que para crecer y mantener un negocio rentable es necesario mucho más que las arcas familiares.
Buenas prácticas corporativas
Los expertos en este tema opinan que es necesario adoptar buenas prácticas corporativas según vaya creciendo la empresa familiar para que siempre sean cumplidos los requisitos básicos que todas las empresas requieren para mantenerse en buen funcionamiento.
Con esto nos referimos, en pocas palabras, a que nunca se debe dejar de cumplir con las obligaciones laborales tales como el pago de planilla, pago de impuestos, entre otros.
Una cosa es tener un puesto de periódicos, una bodega o una ferretería.
En eso consiste ser un emprendedor.
Lo ideal es que estas personas emprendedoras se habitúen a trabajar con buenas prácticas, siendo ordenados, procuren formalizarse y eviten mezclar el dinero del negocio con la familia.
En el caso contrario, cuando no se siguen estas reglas, los problemas empiezan a aparecer.
Conducción justa y acertada
Por otra parte, para conducir el negocio familiar de una manera justa para todos los involucrados y a fin de mantener la paz, es esencial que se profesionalicen los emprendimientos familiares.
También es necesario que cuando los fundadores ya hayan dejado el mando de la empresa, a los sucesores se les indiquen las reglas muy claras acerca de cómo deben manejarse las cosas en un comienzo y los roles que a cada quien le competen.
Es importante pensar en realizar una sucesión ordenada con el fin de evitar caer en las estadísticas nada auspiciosas de que en el 50 a 60 por ciento de los casos las empresas quiebran o cierran en la segunda generación y solamente el 10 por ciento llega a la tercera.
Los tiempos han cambiado
Al día de hoy, los negocios familiares ya no son como eran antes.
Ha cambiado el modelo que se tenía de empresa familiar y ahora son muchos los terceros que empiezan a tener bastante participación en esto.
Dentro de un mundo globalizado, lo importante es que la familia conserve el patrimonio y continúe siendo emprendedora.
Sin embargo, además es importante que los protocolos familiares deban tener cierto grado de flexibilidad.
Esto teniendo en consideración que podría ser que el negocio no sea eterno y se desee conservar aun así el patrimonio como familia.
Por eso, no necesariamente deben estar en un mismo negocio.
Aceptación al cambio
Puede darse el caso de que en algún momento hayan pertenecido a cierto rubro, eso no debe constituir impedimento para que se abran a otro rubro distinto si se deciden a vender o a comprar.
El asunto de fondo reside en que el grupo posea toda una estructura planeada de cómo conducir este negocio.
Negocios y familia
Es importante que existan deberes y derechos al interior de una empresa.
Sin embrago, también es necesario entender que negocios son negocios, pero que la familia es la familia.
Hay que darle a la familia la prioridad que le corresponde y luego se puede empezar a hablar de negocios.
Conclusión
Muchos negocios empiezan como emprendimientos familiares.
Desde un inicio hay que procurar mantener separados los asuntos del negocio con los asuntos familiares.
La correcta gestión del dinero destinado a cada parte contribuye a evitar problemas.
Conforme el negocio crezca y prospere se tendrá que tomar nuevas decisiones para su adaptación a los tiempos venideros.
La idea es que un negocio familiar perdure en el tiempo buscando el equilibrio entre estabilidad y flexibilidad.