Es un tema muy de actualidad, pero ¿qué son los coches autónomos?
Los coches autónomos son un tipo de vehículos que cuentan con sistemas guía que les permiten moverse sin la necesidad de la intervención humana.
Este tipo de automóviles, llevan instalados una serie de sistemas informáticos que son capaces de imitar las capacidad del ser humano a la hora de conducir, tanto en el manejo del vehículo como en su control.
Se consideran coches autónomos todos aquellos que no necesitan un conductor, aunque en la actualidad, se pueden distinguir distintos niveles de conducción autónoma.
¿Qué son los Coches Autónomos?
Los coches autónomos son coches que se conducen solos.
Son vehículos que poseen con un conjunto de tecnologías que les permiten desplazarse sin el control de un conductor humano.
Dependiendo del nivel de autonomía que tengan, puede no ser necesaria ningún tipo de intervención humana para que funcionen como medio de transporte independiente y automatizado.
Para lograr esto, los coches autónomos en la actualidad son capaces de identificar obstáculos en el camino, procesar señales de tráfico, reconocer peatones u otros vehículos para esquivarlos y evitar accidentes.
Algunos también son capaces de memorizar y planificar rutas optimizadas para trasladarse de un punto a otro.
Grados de Autonomía de los Coches Autónomos
Un verdadero coche autónomo sería un vehículo capaz de realizar todas las funciones de conducción entre un origen y un destino sin necesidad de que un humano intervenga en ningún momento.
Sólo necesitaría que se le indicara el punto de inicio y final del trayecto.
Los estadios intermedios en los que se requiera la actuación de un conductor son evidencia de que la autonomía no es completa, sino limitada.
En la actualidad no existe ningún coche autónomo en el mercado.
Pero sí existen diferentes proyectos en desarrollo.
A propósito de ello, es común ver vídeos de propaganda en los que se muestra un coche en marcha sin intervención del conductor, que va sentado pero no lleva los mandos, o directamente se ven coches sin conductor.
Esos vídeos están grabados en entornos controlados, con condiciones ideales de clima y tráfico y con vehículos con un nivel de autonomía avanzado pero no absoluto.
Los diferentes Niveles de Automatización de la conducción autónoma
Existen diversos criterios para catalogar la conducción autónoma en cuanto a los diferentes niveles.
Nivel 0
El sistema automatizado es capaz de emitir avisos.
Puede intervenir momentáneamente, pero no tiene un control constante del vehículo.
El criterio establecido por la NHTSA dice que el nivel 0 es el que requiere de intervención humana para llevar a cabo todo el proceso de conducción.
Es por ello que no está considerado siquiera como un nivel de la conducción autónoma.
Nivel 1
El control del vehículo está compartido por el conductor y el sistema automatizado.
Un ejemplos de ello son los sistemas donde el conductor controla la dirección mientras que el sistema automatizado controla otras funciones:
La potencia del motor a fin de mantener una velocidad determinada. A esto se llama control de crucero.
O la potencia del motor y de los frenos con el objetivo de mantener y variar la velocidad. LLamado control de crucero adaptativo o ACC.
Otro ejemplo es la asistencia para el aparcamiento.
En este caso, la dirección está automatizada mientras que la velocidad está sujeta a control manual.
El conductor debe mantenerse alerta para retomar el control total en cualquier momento.
El nivel 1 implica que ‘controles individuales sean automáticos’, luego todo aquel vehículo que cuente con freno autónomo de emergencia, control de crucero o control de estabilidad, por ejemplo, estaría incluido en este nivel.
Nivel 2
El sistema automatizado lleva el control total del vehículo en cuanto a aceleración, frenado y dirección.
El conductor tiene que supervisar la conducción y mantenerse preparado para intervenir con inmediatez en cualquier momento si el sistema automatizado no responde adecuadamentee.
Durante la conducción SAE 2, el contacto entre la mano y el volante suele ser obligatorio con el propósito de confirmar que el conductor está preparado para intervenir.
Los ojos del conductor pueden ser vigilados por cámaras para determinar si el conductor conserva su atención en el tráfico.
Un requisito para entrar dentro del nivel 2 de conducción autónoma es que dos funciones sean controladas por el vehículo al mismo tiempo.
Puede tratarse, por ejemplo, de control de crucero y mantenimiento en el carril.
Nivel 3
El conductor puede apartar su atención de las tareas de conducción de forma segura.
Así, por ejemplo, el conductor puede enviar mensajes de texto o ver una película.
El vehículo se ocupará de las situaciones que requieran una respuesta inmediata, como cuando es necesaria una frenada de emergencia.
El conductor debe permanecer estando preparado para intervenir en un tiempo limitado, según lo especificado por el fabricante, cuando el vehículo le solicite que lo haga.
Ocasionalmente se considera este sistema automatizado como un copiloto que avisa de forma ordenada cuando se necesita una conducción manual.
En el nivel 3 de conducción autónoma el coche puede controlarse por sí solo, siendo capaz de gestionar de forma autónoma todas las funciones implicadas en la conducción.
Sin embargo, en este nivel se precisa de un conductor como asistente, al cual se le puedan realizarr consultas en ocasiones concretas.
Nivel 4
El nivel 4 de conducción autónoma, es la conducción autónoma completa o real.
Así que el vehículo sí se puede conducir por sí solo de forma completa y sin ningún tipo de asistencia humana.
El humano únicamente cumple con la directriz inicial de indicar la ruta a la que se tiene que dirigir el vehículo.
Es como el nivel 3, pero ya no se requiere la atención del conductor para la seguridad.
Por ejemplo, el conductor dormirse o abandonar el asiento del conductor sin que ponga en riesgo la seguridad.
Pero, la autoconducción sólo se permite en áreas espaciales limitadas o en circunstancias especiales.
Fuera de estas áreas o circunstancias, el vehículo debe tener la capacidad de abortar el viaje de forma segura.
En este caso, por ejemplo, reduciendo la velocidad y aparcando el coche, si el conductor no retoma el control.
Un ejemplo de esto sería un taxi robotizado o un servicio de reparto robotizado que cubra lugares seleccionados de una zona, en un horario y cantidades determinadas.
Nivel 5
También es llamado volante opcional.
No es requerida ninguna intervención humana.
Un ejemplo de esto sería un vehículo robotizado que trabaje en todo tipo de superficies, en todo el mundo, durante todo el año y en todas las condiciones de clima.
Conclusión
Todavía falta mucho por desarrollar en cuanto a los vehículos autónomos.
Sin embargo, es un tema que irá adquiriendo cada vez mayor importancia a medida que se popularice su uso.
El uso de coches autónomos promete diversos beneficios. Con el tiempo se sabrá qué tan eficaz y accesible resulta su utilización.